Conversando con Tintero Económico
Genevieve Signoret
Alejando Villagómez (Tintero Económico) comenta un artículo en que Andrei Schleifer habla sobre lo que aprendió de las transiciones al capitalismo en países comunistas. Me intrigó lo que dice acerca del capital humano: que es tan importante como los incentivos, o tal vez más. Yo agregaría además al capital social, y en particular a la confianza. Y notaría que la misma observación se aplica no sólo a la economía, sino a cualquier organización.
En otra entrada, luego de que varios lectores de Tintero Económico lo solicitaron, Villagómez dio algunas referencias bibliográficas acerca de la llamada economía del comportamiento. Del tema conozco mejor el lado de las finanzas, donde mi gurú es Shiller. Es un tema frecuentemente mencionado (y traducido para el público general) en el blog y en los libros de Tyler Cowen. Cuando pienso en la subdisciplina, vienen inmediatamente a mi mente los nombres de Herbert Simon (si no me equivoco, inventó la frase bounded rationality, que traduzco como racionalidad acotada); Daniel Kahneman y Amos Tversky –que no son economistas– y el famoso economista experimental Vernon Smith.
Kahneman y Smith ganaron el Premio Nobel por este trabajo. Kahneman está haciendo olas hoy con su nuevo libro, Thinking, Fast and Slow.
Harvard Magazine introduce el tema y a los mencionados académicos aquí. Me gusta cómo, en ese artículo, se define el campo: el estudio de cómo elegimos realmente, en contraste con la manera exageradamente racional que asumen los modelos micro.
En Agent-based Computational Economics (ACE), se aplica el concepto de racionalidad acotada al estudio de sistemas complejos descentralizados (cosa que se trabaja mucho en el Instituto Santa Fe). La premisa es que el cerebro es limitado y el tiempo cuesta. Entonces los agentes toman decisiones por atajos (en inglés: rules of thumb) con base en información local. En ACE, se programan simulacros de este proceso con agentes representativos, tal vez capaces de aprender o mutar. El equilibro emerge desde abajo, no se impone desde arriba como cuando se resuelve un problema de optimización (se impone la condición de equilibrio).
El libro Micro Motives and Macro Behavior de otro premio Nobel en Economía, Thomas Schelling, explica estos equilibrios emergentes y programas en forma fascinante. Por ejemplo, demuestra cómo puede surgir la segregación por raza de los barrios con sólo 2-3 agentes tomando decisiones de dónde vivir con base en reglas de decisión sencillas e informacion local. Son seres cuya racionalidad es acotada. ¿Alguien sabe si existe una traducción de este libro al español?
Aprovecho esta oportunidad para recordar a los dos profesores que más influencia tuvieron en mi desarrollo económico antes de que saliera de la academia para trabajar en el sector privado, ambos fuertemente influenciados por y aplicadores de la economía del comportamiento: Charlie Holt (hace economía experimental y fue mi mentor cuando yo hacía la licenciatura en Minnesota en los ochenta–porque él me animó, continué con mis estudios; hacía fiestas en su casa para sus estudiantes de licenciatura y nos decía que le dijéramos “Charlie” –actitudes inauditas en Minnesota donde los profesores solían conceder semejantes privilegios sólo a estudiantes doctorales); y Leigh Tesfatsion (hace ACE, trabaja o antes trabajaba como investigadora visitante en el Instituto Santa Fe y fue mi profesora de teoría macro en el doctorado en Iowa State).
Por último, Tintero Económico cita una conversación conmigo y con Luis Foncerrada que inicié por Twitter sobre los blogs en México. Resulta que soñé con este blog inicialmente como una forma de conectarme con y conversar sobre la política monetaria global (tema que me fascina entre otras cosas por su gran amplitud–inclusive estoy segura que de alguna manera abarca a los comerciales del Super Bowl) con otros blogueros en español. Tal vez por no pertenecer hoy día a la academia anhelo –se puede decir que necesito– tal discusión. No he descubierto ningún otro blog mexicano focalizado en el mismo tema, así que he comenzado a explorar los de otros países, y poco a poco voy dando con unos.
En Twitter mencioné que para mí la esencia de un blog es la conversación: con otros blogueros y con los seguidores. En los mejores blogs, los comentarios y las respuestas son de alto nivel y provocan, estimulan e instruyen a los autores (véase, por ejemplo, el nivel promedio de los comentarios en el influencial blog, interfluidity).
Cito sus comentarios íntegros:
“I think economic and financial blogs are conversations. People writing open letters to each other and their students”. Este es un Tuit de varios más que me envió Genevieve Signoret, quien se define como “An international economist, writer, and advisor, Genevieve Signoret is the president of TransEconomics, S.C.”. Ella mantiene también el blog “La Carpeta Monetaria” que listo en mi lista de Blogs en economía en México y del cual he hecho algunas referencias en el pasado, porque me parece interesante y útil.
El texto al que hago referencia es parte de una reflexión que nos ha compartido en donde, si bien entiendo, defiende fundamentalmente el uso del blog para conversaciones y debates. Incluso señala que los blogs en México están en su infancia y aún no encuentra una contraparte para entablar mayores discusiones. Me ha pedido una reacción y como para mí 140 caracteres son pocos, prefiero hacerla acá.
Es cierto, los blogs en México en economía (que no sean parte de un medio de comunicación), están en su infancia. Son pocos los académicos y analistas (fuera de medios) que dedican tiempo a este medio, y los entiendo en parte ya que esto requiere dedicarle de mucho tiempo. También me gustaría que existiera una vida más activa en este medio y por eso el año pasado tuve la iniciativa de conectar a algunos de estos blogs en México, sobre los cuáles hago referencia al menos una vez por semana. Espero que con el tiempo se vaya generando más actividad, y entre ella alguna discusión.
Sin embargo, no comparto que este medio sólo sea para conversaciones o debates. Existe ya una literatura académica!! que discute el impacto de este medio en otras actividades, como el publicar análisis, papers o como medio para enriquecer la docencia. En otra ocasión pondré nuevamente las ligas a estos materiales. En lo personal, mi objetivo con este blog ha sido el cubrir todas estas modalidades. Lo uso activamente en mis cursos; comparto ligas de materiales que considero interesantes; en ocasiones también desarrollo mis ideas y en otras trato de entablar un debate con alguien más, aunque reconozco que esto último ha sido lo menos. Tengo más de tres años con mi blog y lo alimento a diario! Lo cual por cierto requiere de invertirle mucho tiempo. Sé que se puede hacer más, e insisto que ojalá otros colegas se unan, pero en lo personal, este esfuerzo me ha dado satisfacciones y muchos mails anónimos y otros no así me lo han señalado, agradeciendo el que comparta estos materiales. Y espero seguir en la econoblogósfera por más tiempo….
Respeto su posición y aplaudo su blog. Entre otras cosas, con altruismo está creando un bien público en sus recorridos dominicales de la región de la blogósfera enfocada en la economía. Cuando vincula a los blogueros económicos en México también nos permite irnos conociendo.
No dudo que un blog que no es conversacional pueda ser útil para sus lectores. Pero pienso que ese tipo de blog, más unilateral, aunque tenga el espacio para comentarios, se comporta más como una columna digital o un portal para compartir información, y que lo que distingue el blog de cualquier otro medio digital es su orientación hacia la discusión.
Aquí tratamos de hacer las dos cosas: bajo la autoría de Genevieve Signoret & Patrick Signoret, compartimos datos y documentos de la política monetaria global y los indicadores macro que más influyen en las decisiones de los bancos centrales; bajo mi autoría única (como esta entrada), compartimos mi opinión y buscamos conversación conmigo (e iluminación) de colegas iberamericanos y otros hispanohablantes interesados en el tema.
Seguiré siendo ávida lectora de Tintero Económico. Agradezco la atención de su autor, Alejandro Villagómez, en responder.