Cuatro factores y dos riesgos que afectan el crecimiento mundial (informe FMI)
Genevieve Signoret & Patrick Signoret
En su informe Perspectivas de la Economía Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja las proyecciones de crecimiento de la mayoría de las economías y advirtió que considera que los riesgos a la baja son mayores que los señalados en sus informes anteriores. Identifica tres fuerzas conocidas que están afectando el crecimiento: dos negativas –la austeridad fiscal y la debilidad del sistema financiero– y una positiva, la laxitud de la política monetaria. Menciona un cuarto factor importante pero difícil de medir: la incertidumbre sobre la crisis del euro y sobre la política fiscal de EE UU. La resolución de esas dos fuentes de incertidumbre son los principales supuestos –y riesgos– que subyacen los pronósticos del FMI.
El FMI revisó a la baja las previsiones de crecimiento mundial. Global: Previsiones de crecimiento económico del FMI, octubre 2012 (% a/a) Fuente: FMI, TransEconomics.Extraemos los siguientes pasajes de la versión en español de la introducción, resumen y primeros capítulos del informe. El énfasis es nuestro.
El FMI identifica tres fuerzas conocidas que están afectando el crecimiento: dos negativas –la austeridad fiscal y un todavía débil sistema financiero– y una positiva, la laxitud de la política monetaria:
Las fuerzas que están operando en su mayor parte son conocidas.
Las fuerzas que empujan el crecimiento a la baja en las economías avanzadas son la consolidación fiscal y un sistema financiero aún débil. En la mayoría de los países, la consolidación fiscal avanza conforme a lo planificado. Si bien esta consolidación es necesaria, es indudable que representa un lastre para la demanda y, cada vez más, las evidencias llevan a pensar que en el contexto actual los multiplicadores fiscales son grandes. El sistema financiero aún no está funcionando eficientemente. En muchos países, los bancos todavía están debilitados, y la baja tasa de crecimiento empeora todavía más su situación. Como resultado, muchos prestatarios siguen enfrentándose a condiciones crediticias muy restrictivas.
La principal fuerza que impulsa al alza el crecimiento es la política monetaria laxa. Los bancos centrales no solo siguen manteniendo tasas de política monetaria muy bajas, sino que también están experimentando con programas orientados a reducir las tasas en mercados específicos, a ayudar a categorías específicas de prestatarios o a facilitar la intermediación financiera en general.
Menciona un cuarto factor importante pero difícil de medir: la incertidumbre sobre la crisis del euro y la política fiscal de EE UU:
Sin embargo, no son solo estas fuerzas mecánicas las que parecen estar operando, sino específicamente una sensación general de incertidumbre.
[…] La incertidumbre parece ser más difusa, de naturaleza más Knightiana. Las inquietudes con respecto a la capacidad de las autoridades europeas para controlar la crisis del euro y las inquietudes que suscita el hecho de que hasta ahora las autoridades estadounidenses no hayan logrado acordar un plan fiscal sin duda desempeñan un papel importante, aunque es difícil dilucidar exactamente cuál es ese papel.
La resolución de esas dos fuentes de incertidumbre son los principales supuestos que subyacen los pronósticos del FMI. Son por lo tanto los riesgos más importantes. El FMI considera que los riesgos a la baja son mayores a los señalados en sus informes anteriores.
[El] pronóstico del informe WEO depende de que en Estados Unidos y la zona del euro se adopten medidas de política críticas, y es muy difícil estimar la probabilidad de que esas medidas se materialicen.
[…] Se estima que ahora los riesgos a la baja son mayores que los señalados en los informes WEO de abril de 2012 y septiembre de 2011. Una interrogante clave es si la economía mundial está solo atravesando una etapa de turbulencia adicional dentro de lo que siempre se había previsto que sería una recuperación lenta y accidentada, o si la actual desaceleración tiene un componente más duradero. La respuesta depende de si las autoridades europeas y estadounidenses toman o no la iniciativa para abordar los principales desafíos económicos. El pronóstico del informe WEO supone que sí lo hacen, y por lo tanto se proyecta que la actividad mundial se acelerará nuevamente en el curso de 2012; si no lo hacen, el pronóstico probablemente se incumplirá una vez más.