EE UU busca reducir participación del gobierno en mercado hipotecario

Genevieve Signoret & Patrick Signoret

El martes, el Presidente Obama propuso una reforma al sistema hipotecario de EE UU, similar a la que está circulando en el Senado, bajo la cual desparecerían gradualmente los gigantes hipotecarios semipúblicos Fannie Mae y Freddie Mac, se reduciría la participación del gobierno en el mercado hipotecario y aumentaría la participación del capital privado. Fannie y Freddie respaldan $5 billones en préstamos hipotecarios y tuvieron que ser rescatados por el gobierno en 2008. Antes de su rescate disfrutaban de una garantía implícita del gobierno que, según autoridades y economistas, los llevó a correr demasiado riesgo, ayudando a inflar la burbuja del sector vivienda. Bajo la propuesta de reforma, el gobierno mantendría un papel fundamental en el mercado hipotecario como garante de última instancia para proteger a los prestamistas privados de pérdidas catastróficas, pero el mayor riesgo y las primeras pérdidas serían asumidas por el sector privado. (NYT, FT, El País.)

NYT:

Since early 2011, the administration has voiced support for overhauling Fannie Mae and Freddie Mac, which long benefited from an implicit government guarantee. Years ago the companies came to symbolize a self-dealing Washington culture beneficial to both parties, and especially Democrats, but Mr. Obama’s remarks on what comes next were his most specific. For several years, the administration held back from revamping the mortgage-finance system for fear of rattling a weakened market.

Mr. Obama on Tuesday endorsed the thrust of bipartisan legislation from a Senate group that would “end Fannie and Freddie as we know them.” The so-called government-sponsored enterprises for decades bought and sold mortgages from financial institutions to provide money for the banks to keep lending to home buyers.

Under Mr. Obama’s principles, which he said were reflected in the Senate bill taking shape, Fannie Mae and Freddie Mac would further shrink their portfolios and lose the implicit guarantee of a federal government bailout. Instead, private investors would be most at risk, with the government a secondary guarantor.

Note que el autor del artículo de NYT caracteriza como “implícita” la garantía de un rescate federal que gozan Fannie Mae y Freddie Mac. En nuestra opinión, dado que el rescate fue una expropiación de facto, la garantía hoy día es más bien explícita.

FT:

Barack Obama called for the protection of the 30-year-mortgage, a fixture of the “American dream” of home ownership since the Great Depression, whose future is uncertain amid calls for the government to minimise its role in housing finance.

[…] There is a rare political consensus among Democrats and Republicans in the Senate on the need for the US to allow the private sector to take the lead in accepting mortgage risk. But the question dividing lawmakers is the extent to which the government should serve as a backstop to provide catastrophic reinsurance on some mortgages in the event of a crisis.

The 30-year fixed rate mortgage has been a staple of American home ownership for decades, but some economists are warning that a fully privatised system could sharply reduce its availability and raise its costs.

Because Fannie and Freddie shoulder the default risk on home loans, mortgage-backed securities are viewed as close to risk-free instruments, like Treasuries, and almost $5tn of these securities are held by investors in the US and abroad.

[…] Mr Obama’s remarks were not seen as a game changer, with Mr Gardner predicting that a housing reform bill is not likely to be concluded until at least 2015 or at least the end of 2014.

El País:

Fannie y Freddie, que respaldan préstamos hipotecarios por valor de cinco billones de dólares, tuvieron que ser intervenidas hace cinco años para evitar un colapso de consecuencias impredecibles. El primer trimestre se anotaron ya los primeros beneficios y no piden ayudas públicas desde el segundo trimestre del pasado año, que restituyeron ya en su mayoría. Pero sus gestores dicen que sería un error si Washington se ve tentado a aparcar la reforma.

Los legisladores avanzan muy despacio en este asunto. Se busca a la vez reducir la impronta pública en el sistema de financiación —el Gobierno respalda el 90% de las nuevas hipotecas— y preservar aspectos como los tipos de interés fijos a 30 años. Obama considera que se pueden adoptar medidas a corto plazo que pueden contribuir a apuntalar el repunte que desde hace un año vive la industria, que será un motor clave para la recuperación económica.

[…] El consenso en este momento es que la reforma del sistema debe resolverse antes que de hablar del futuro de las dos hipotecarias. Aunque como dijo Obama en el pasado, es evidente que las dos hipotecarias deberán reducir su tamaño y que el capital privado deberá participar más en el futuro sistema de financiación. Antes de que llegue la reforma, dirá el presidente, se puede limitar el volumen de préstamos que Fannie y Freddie respaldan.

En este sentido, a corto plazo se puede empezar restringiendo cada año las carteras de inversión de las dos compañías bajo tutela del Gobierno. La intención es que Fannie y Freddie se concentren en los propietarios que más necesitan su asistencia y que tiene más complicado conseguir un préstamo en un banco, mientras el sector privado pone más de su parte en las nuevas hipotecas.

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