Se cierran las opiniones escocesas respecto a la independencia
Genevieve Signoret
Política y geopolítica
El 18 de septiembre próximo se llevará a cabo en Escocia un referéndum sobre la independencia de este país que desde hace 307 años pertenece al Reino Unido. Hasta hace unas semanas las encuestas de intención de voto parecían holgadas a favor del no, sin embargo, una encuesta publicada el fin de semana mostró un cambio en este resultado.
Mark Carney, el gobernador del Banco de Inglaterra (BdI) comentó que una unión monetaria entre el Reino Unido y una Escocia independiente sería incompatible con la soberanía de ambos países. En otras palabras, la independencia de Escocia casi seguramente implicaría el cambio de la libra esterlina por otra divisa en ese país.
Tras el reciente cambio en las encuestas, la libra esterlina se depreció 1.57% frente al dólar.
Entre las consecuencias de la posible independencia de Escocia, Bruce Kasman, David Hensely y Joseph Lupton de JP Morgan (Global Data Watch, 5 septiembre 2014) prevén una depreciación de la libra esterlina frente a las monedas de sus socios comerciales, un alza en los bonos públicos de corto plazo, una caída del PIB y un retraso en el alza de tasas del BdI.
There is, however, little the authorities can do to counter the broader uncertainties that a yes vote would provoke. In the event of a yes vote, we would expect a sharp (more than 4%) fall in sterling and a 10-20bp rise in 10-year bond yields. While largely guesswork, we likely would need to lower our GDP forecasts for 4Q14 and 1Q15 by 0.5%-pt, ar while pushing back our call for a BoE rate hike.
Si bien no todas las consecuencias de la independencia de Escocia son previsibles, no vemos en ella una amenaza a los supuestos de nuestro escenario central. Por otro lado, un retraso en el alza de tasas por parte del BdI es compatible con nuestra visión de que las tasas de los principales bancos centrales del mundo permanecerán bajas por largo tiempo.