Estados Unidos, elecciones y espíritus animales
Genevieve Signoret & Delia Paredes
(You can read the original English version here.)
Continuamos compartiendo extractos de la última edición de nuestro informe, Perspectiva Trimestral 2023-2025: Aterrizaje suave de nuevo, donde presentamos tres escenarios para la economía global en los próximos dos años. Los escenarios pueden visualizarse como una vía de tren: cada vía lleva la economía en una dirección distinta. Un escenario se construye sobre un grupo de hipótesis. Los tres juegos de hipótesis “pivotan” la economía entre un riel y otro.
El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el primero en los 234 años de la historia del país en ser encausado, encara 91 cargos por delitos graves en cuatro jurisdicciones: 34 en Nueva York, 40 en Florida, 4 en Washington DC y 13 en Georgia.
Se han agendado dos juicios para el próximo año y, en otros dos casos, los fiscales buscan o dicen que buscarán que los juicios se lleven a cabo este año.
Al mismo tiempo, Trump es el favorito para ganar la nominación en el partido republicano, y compite codo a codo con el presidente Joseph Biden en las encuestas de intención de voto el 5 de noviembre 2024.
Los expertos jurídicos coinciden en que incluso un acusado de crímenes puede contender para la presidencia. Pero ¿qué pasa si es condenado? ¿Y enviado a prisión?
La Constitución no responde esta pregunta. Esto hace que los expertos legales conjeturen sobre diversos resultados potenciales.
En primer lugar, la cuestión puede resultar irrelevante. Trump podría ser declarado inocente en todos los cargos. O bien, el día de las elecciones podría llegar antes de que concluyan los juicios. En este caso, podría ser declarado culpable de uno o más cargos pero no sentenciado a prisión. O incluso declarado culpable y sentenciado a prisión, pero en libertad en espera del resultado de una apelación.
¿Y si la pregunta sí surge? Sería una situación sin precedente a decidirse en las cortes.
Si las cortes fallaran en contra de Trump, ¿cómo reaccionaría? ¿Y cómo reaccionaría el ala radical y violenta de su base? Ni él ni ellos son conocidos por perder con gracia.
Todas estas preguntas apuntan a la posibilidad de que Estados Unidos enfrente una crisis constitucional en 2024.
Este es un riesgo de cola, no un riesgo pivotante. Asumimos en todos los escenarios que ningún riesgo de cola se materializará.
Pero también pensamos que el gran número de incógnitas, la magnitud de la incertidumbre que rodea esta elección, son tal que la amenaza podría agobiar a los inversionistas. Esta cuestión podría endurecer las condiciones financieras, alimentar la volatilidad y debilitar los “espíritus animales”.
Al modelar nuestro escenario central, Aterrizaje suave, asumimos que el endurecimiento financiero y el debilitamiento de los espíritus animales ocurren (por eso el aterrizaje), pero que ambos son débiles (de ahí lo suave).