Guerra regional en el Medio Oriente es todavía un riesgo de cola
Genevieve Signoret & Delia Paredes
(You can read the original English version here.)
No tenemos palabras para describir el horror que sentimos ante el ataque terrorista de Hamás contra Israel y la guerra resultante en Gaza. Para decidir y decirles lo que ha significado para nuestra visión macro global, nos hemos obligado a apagar nuestros corazones agonizantes para dejar que nuestros cerebros trabajen.
Si bien ahora consideramos que una guerra regional en Medio Oriente —una en que Irán participe directamente— es un riesgo mayor que hace un mes, lo seguimos viendo como un riesgo de cola.
La guerra en Gaza plantea el riesgo geopolítico de una guerra regional y, en particular, de que Irán se involucre directamente. Para evaluar este riesgo es necesario responder dos preguntas: ¿Estuvo Irán involucrado en el ataque de Hamás a Israel? Y, en segundo lugar, ¿es probable que Irán ahora se enfrente directamente con Israel (o con Estados Unidos)?
Empezamos con la primera pregunta. Hasta ahora, la información disponible indica que no hubo participación directa de Irán en el ataque de Hamás a Israel. Esto implica que la participación de Irán fue indirecta. Irán financia continuamente a Hamás. También a Hezbolá en Líbano, a las milicias chiítas en Irak y a los hutíes en Yemen. Estos hechos no han cambiado a raíz de los acontecimientos recientes.
En cuanto a la segunda pregunta, argumentamos en dos pasos: primero nos preguntamos si le incumbiría a Irán o a Israel participar en una confrontación militar directa; en segundo lugar, nos preguntamos si es probable que Irán, Estados Unidos e Israel (a diferencia de Rusia) se comporten racionalmente.
No vemos ningún beneficio posible ni para Israel ni para Estados Unidos en una confrontación directa con Irán ni viceversa. Israel no puede extender demasiado a su ejército. Después de todo, queda claro que ni siquiera está manteniendo la seguridad en sus fronteras con Gaza y, por supuesto, debe proteger sus demás fronteras. Adicionalmente, su dependencia de Estados Unidos para su protección significa que no puede hacer caso omiso a Biden, quien está “aconsejando” cautela.
En el caso de Irán, dada la alianza entre Israel y Estados Unidos, participar directamente corre el riesgo de guerra con Estados Unidos y, en consecuencia, de una guerra mundial. Nadie gana en una guerra mundial.
Está bien, podrás responder, pero su argumento se basa en la lógica. ¿Cómo pueden estar seguras de que ambas partes serán racionales? A fin de cuentas, ¿no actuó Putin irracionalmente al invadir Ucrania en febrero de 2022? ¿Y no está claro que las emociones están a flor de piel en Israel?
Esos son argumentos válidos. Sin embargo, basándonos en nuestra interpretación de la retórica de Irán, Israel y los estados árabes, no detectamos señales de pensamiento delirante como el de Putin que pueda conducir a una guerra mundial.
Además de la retórica de ambos lados y de lo que la prensa pueda descubrir de fuentes de inteligencia estadounidenses, ¿tenemos algún otro tipo de evidencia?
Directa, no. Pero podemos aprovechar las conclusiones de los analistas del mercado petrolero en cuanto a la respuesta al conflicto de los precios de petróleo. Somos un pequeño equipo de análisis, pero los precios del petróleo los fijan traders de todo el mundo que cuentan con enormes recursos para análisis y poderosos incentivos monetarios para atinarle. Sus opiniones colectivas se expresan en los precios mundiales del petróleo. Y, al cierre del jueves 26 de octubre, mientras que el gas holandés había subido un 41% desde el 31 de agosto (Israel produce alrededor de 28 mil millones de metros cúbicos de gas al año, de los cuales exporta un tercio), el petróleo Brent había subido apenas un 1.2%. Difícilmente el tipo de movimiento de precios que uno esperaría si los traders creyeran que una guerra con Irán está por desatarse.
El precio del petróleo confirma nuestra percepción de que el riesgo de que la guerra en Gaza se vuelva regional es minúsculo; el precio del gas holandés brincó porque Israel exporta 1/3 de su producción
Precios de petróleo Brent y gas holandés TTF, 100 = 31 agosto 2023
Como recordarán de nuestra Perspectiva Trimestral de septiembre, en aquel entonces identificamos una confrontación militar entre Israel e Irán como un riesgo de cola. (Por cierto, esto ha sido así desde que comenzamos a publicar escenarios macroeconómicos globales, hace unos 20 años). Cuando Hamás atacó a Israel, provocando una guerra en Gaza, nuestra primera pregunta fue si deberíamos recategorizar ese riesgo como pivotante. Nuestro mensaje hoy es que hemos decidido no hacerlo: seguimos viendo una confrontación militar directa entre Israel e Irán o entre Estados Unidos e Irán como un riesgo de cola mayor que antes, pero aún un riesgo de cola.