México, elecciones y espíritus animales

Delia Paredes & Genevieve Signoret

(You can read the English version of this post here.)

Hoy te actualizamos sobre una pregunta que nos hicimos en nuestra Perspectiva Trimestral del 12 de septiembre: ¿hasta qué punto afectará a los ánimos de los inversionistas la incertidumbre que genera el proceso electoral en México?

Comencemos por conocer sus fechas clave:

Estas elecciones están entre las más grandes de la historia de México, porque estarán en juego un elevado número de puestos de elección popular:

• Presidente de la República.
• 128 senadores.
• 500 diputados.
• 31 congresos locales.
• 8 gubernaturas: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
• La jefatura de gobierno de la Ciudad de México así como sus 16 alcaldías.
• 18,639 cargos municipales y auxiliares.

Los inversionistas estarán atentos a dos riesgos. El primero es la posibilidad de que AMLO no reconozca el triunfo del candidato ganador a menos que gane su favorita, Claudia Sheinbaum. Esto resultaría en una crisis constitucional.

Varias de las encuestas publicadas hasta ahora señalan a la candidata de AMLO como ganadora por un amplio margen. Sin embargo, los analistas políticos señalan que la contienda todavía está abierta y que, además, es posible que estas encuestas tengan problemas de metodología. ¿Qué pasaría si las encuestas estuvieran equivocadas? ¿Cómo reaccionaría el presidente?

El segundo riesgo concierne a la composición del congreso que resulte. El presidente declaró el 9 de mayo de 2023 que, si su partido obtuviere la mayoría calificada (dos tercios de cada Cámara del Congreso de la Unión), su última propuesta de reforma a la Constitución sería cambiar la estructura del Instituto Nacional Electoral. Y más recientemente ha hablado de reformar la Suprema Corte de Justicia para que los jueces sean elegidos por voto popular.

En nuestro escenario central de septiembre pasado, asumimos que el efecto sobre los espíritus animales del primer riesgo, el de una crisis constitucional, estará presente pero débil, con un impacto económico limitado —particularmente sobre el tipo de cambio.

En el gráfico de abajo mostramos el tipo de cambio durante los seis meses antes y después del día de la elección. El peso tiende a depreciarse en tres meses previos a la elección, y a recuperarse tras la jornada electoral incluso a niveles superiores a los observados 180 días antes de la elección¹. 

El peso tiende a debilitarse antes de las elecciones presidenciales y recuperarse después

Un dólar en pesos mexicanos seis meses antes y después del día de elección. Índices, t-180=100 (t es el día de la elección).

Mantenemos nuestra expectativa de que la elección va a tener un efecto limitado sobre nuestro escenario macroeconómico. No obstante, no descartamos la posibilidad de observar cierta volatilidad (a la baja) durante los meses próximos a la elección. Al mismo tiempo, sí anticipamos volatildad (a la baja) durante los meses cercanos a la elección.

Nota: Hicimos cambios el 7 de diciembre 2023. La mayoría de ellos fueron cambios editoriales menores que no marcamos en el texto, pero el cambio en la frase tachada constituye una corrección substancial.

1.La única excepción se observa en el período electoral de 2006, cuando el candidato perdedor (AMLO) negó la victoria de Felipe Calderón. En aquella ocasión, el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación, quien oficializa el resultado de la elección, declaró ganador a Felipe Calderón hasta el 5 de septiembre de 2006 (la votación había tenido lugar el 2 de julio). El tipo de cambio subió alrededor de 7.5% en los días antes de la elección (el peso se debilitó), pero para el 5 de septiembre estaba sólo 3.5% arriba de su nivel 180 días antes (apenas se recuperó).↩