Goldman Sachs proyecta presión al alza en tasas desde el lado de la oferta
Genevieve Signoret & Delia Paredes
(You can read the original English version here.)
Hace pocos meses, mostramos cómo la emisión de deuda del Tesoro ha aumentado, en parte para ayudar a pagar el masivo estímulo de la era Covid. Y explicamos cómo esto ejerce presión al alza sobre las tasas a largo plazo, afectando la asequibilidad de las viviendas y creando desafíos de refinanciamiento para el sector inmobiliario comercial e industrial.
Según el Financial Times ($), ahora sabemos que Goldman Sachs pronostica que el Tesoro, en comparación con el año pasado, emitirá menos deuda (el año pasado emitió $2.4 mil millones) pero proporcionalmente mucho menos T-Bills y mucho más notas y bonos[1]. Si es así, se ejercerá presión al alza sobre las tasas en toda la curva de rendimientos, incluida la sección de largo plazo.
Ahora bien, Goldman Sachs señala un factor atenuante. Al igual que nosotros, proyecta que este año la Fed comenzará a disminuir su programa de endurecimiento cuantitativo (QT)—es decir, reinvertirá parte del ingreso que le generan vencimientos de bonos existentes—. Este regreso gradual de la demanda de bonos por parte de la Fed compensará en algo la presión al alza sobre las tasas que proviene del lado de la oferta. Énfasis en gradual regreso y compensará en algo.
Estos hechos y proyecciones, junto con la renuencia de la Fed a recortar tasas, explican en parte por qué pese a que la mayoría de los participantes del mercado anticipan una desaceleración económica, una continua desinflación y el fin de los recortes de tasas de la Fed, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años sigue por encima del 4%.
[1] Las notas y bonos tienen vencimientos entre dos y 30 años, mientras que los T-Bills vencen en menos de un año. Los T-Bills pagan rendimientos en forma de un descuento, la diferencia entre el precio de compra y su valor nominal. Las notas y bonos, por otra parte, pagan tasas de cupón.