Pese a los ejercicios, la guerra por el Estrecho de Taiwán sigue siendo un riesgo de cola

Genevieve Signoret & Delia Paredes

(You can read the original English version here.)

“No estallará una guerra por el Estrecho de Taiwán” escribimos en nuestra última edición de Perspectiva Trimestral en nuestra lista de supuestos comunes a los tres escenarios macro globales[1], el ejercicio por el cual descartamos riesgos de cola. Sin embargo, el 22 de mayo, supuestamente como castigo por el discurso inaugural dado pocos días antes por el recientemente electo presidente de Taiwán, Lai Ching-te, China inició ejercicios simulando un ataque a gran escala contra Taiwán. Algunos ven esto como una escalada[2] en comparación con ejercicios anteriores.

Después de estos ejercicios, ¿seguimos viendo una guerra en el Estrecho de Taiwán como altamente improbable y, por lo tanto, como un riesgo de cola?

Sí, por cuatro razones:

  1. Estaba planeado. Los analistas citados por la BBC señalan que la simulación no pudo haber sido espontánea; que requirió ser planeada con mucha anticipación.
  2. Era esperado. El New York Times informa que “los funcionarios taiwaneses y los expertos militares esperaban que China hiciera una demostración de fuerza militar después de la inauguración del Sr. Lai” (nuestra traducción).
  3. Lai representa continuidad. Ryan Hass de Brookings escribe que

Lai ha prometido la continuidad de la política en las relaciones a través del Estrecho con la presidente saliente de Taiwán, Tsai Ing-wen. Tsai es ampliamente reconocida internacionalmente por trazar una trayectoria basada en principios, constante y pragmática en las relaciones a través del Estrecho. De hecho, estos atributos fueron fundamentales para el éxito de Tsai en atraer un mayor apoyo global para mantener la paz y estabilidad en el Estrecho.

Lai ha mantenido a casi todos los asesores más cercanos de Tsai en su administración.(Nuestra traducción.)

  1. Lai está motivado. Lai querrá ser reelegido. Habiendo ganado la presidencia por una mera pluralidad, es bastante débil. Y el 94% de los votantes taiwaneses prefiere extender el estatus quo en lugar de buscar inmediatamente la independencia de China (o la reunificación con China, para el caso).

Continuaremos observando de cerca el Estrecho de Taiwán para nuestros clientes. Pero por ahora, al menos, todavía clasificamos el riesgo de guerra ahí como un riesgo de cola.


[1] Recordemos que un riesgo de cola es uno que percibimos como muy poco probable pero que, si se realiza, es fatal para nuestro marco de pronóstico. Nos llevaría a un mundo distinto.

[2] China, en esta ocasión, mencionó que los objetivos serían islas cerca de la costa de Taiwán, algo que no hizo en sus ejercicios de gran escala previos de agosto 2022. Además, en lugar de simular un mero bloqueo como en 2022, esta vez simuló un ataque a escala completa. Finalmente, esta vez el ejercicio se realizó sin dar una advertencia previa —otra diferencia con 2022—.

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